El agua micelar es un producto de limpieza facial muy popular que se utiliza para limpiar, desmaquillar, tonificar e, incluso, hidratar la piel del rostro. Está compuesta por moléculas, llamadas micelas, que actúan como imanes para atraer y eliminar impurezas, suciedad, maquillaje y exceso de aceite de la piel.

El agua micelar es un producto suave y no irritante que se puede utilizar en todo tipo de piel, incluso en pieles sensibles. Es una alternativa a otros productos de limpieza facial más agresivos, ya que no reseca la piel y no requiere enjuague.

Ingredientes principales

Pueden variar según la marca y el producto, pero, en general, está compuesto por:

- Agua: es la base de la solución.

- Tensioactivos: forman micelas, las cuales ayudan a disolver la suciedad y el maquillaje.

- Agentes hidratantes: como el ácido hialurónico, la glicerina o el pantenol, que previenen la sequedad de la piel.

- Antioxidantes: como la vitamina C, que pueden ayudar a proteger la piel y reducir la aparición de manchas de la edad y otras imperfecciones en la piel.

- Extractos naturales: dan más beneficios a la piel, como el té verde, el pepino, la manzanilla, el aloe vera, entre otros.

Características del agua micelar

- Textura: tiene una textura ligera y acuosa, similar a la del agua común. No contiene aceites ni grasas, por lo que no deja una sensación pegajosa o grasosa en la piel después de su uso.

- Tipo de producto: es un limpiador facial que puede utilizarse por la mañana y la noche o, por sus múltiples beneficios, cuando se necesite desmaquillar, tonificar o refrescar la piel.

- Tipo de piel: es adecuada para la mayoría de los tipos de piel, incluyendo piel seca, normal, grasa, sensible y mixta. Es una buena opción para personas con piel sensible, ya que es suave y no suele contener ingredientes irritantes o comedogénicos (ingredientes que obstruyen los poros de la piel y generan puntos negros o espinillas). 

- Capacidad: varía según la marca, pero pueden venir de 150, 200, 250, 400, 400 y hasta 500 milímetros.

La de 250 ml, una de las medidas más comunes, puede llegar a durar de 2 a 3 meses si se la utiliza 2 veces por día. Esto puede variar de acuerdo a la frecuencia de uso, la cantidad de maquillaje que se aplique y la cantidad de suciedad y grasa que se acumule en la piel.