El balde metálico es un recipiente fabricado en acero galvanizado, conocido por su resistencia a la corrosión y durabilidad. Con capacidades que van desde 5 hasta 200 litros, este balde se adapta a diversas necesidades de almacenamiento. Equipado con un asa metálica para facilitar su transporte, y con un borde reforzado que aumenta su durabilidad, es ideal para sectores industriales, agrícolas y de construcción. Disponible en diferentes tamaños, el balde metálico es una herramienta versátil y resistente, perfecta para el almacenamiento seguro de líquidos y materiales diversos.

Características y especificaciones del balde metálico

El balde metálico es un recipiente fabricado en acero galvanizado, lo que le otorga una alta resistencia a la corrosión, prolongando su vida útil y garantizando un almacenamiento seguro de líquidos, materiales sueltos o desechos.

Material:

El balde está fabricado en acero galvanizado, lo que lo hace resistente a la corrosión y lo convierte en una opción duradera para el transporte y almacenamiento de diversos materiales.

Capacidad:

Disponible en capacidades que van desde los 5 litros hasta los 200 litros, el balde metálico se adapta a diferentes necesidades de almacenamiento, permitiendo al usuario elegir el tamaño más conveniente para su uso.

Resistente a la corrosión:

Gracias a su material de fabricación, el balde metálico es altamente resistente a la corrosión, lo que lo hace ideal para el almacenamiento de líquidos que podrían dañar recipientes de materiales menos resistentes.

Asa metálica:

Equipado con un asa metálica, el balde facilita su transporte, permitiendo un manejo más cómodo y seguro, especialmente cuando se encuentra lleno de líquidos o materiales pesados.

Borde reforzado:

El borde reforzado del balde metálico aumenta su durabilidad, evitando deformaciones o daños en el borde del recipiente, lo que garantiza una mayor vida útil y resistencia en condiciones de uso intensivo.

Usos variados:

Este balde es ideal para su uso en sectores industriales, agrícolas, de construcción, entre otros, gracias a su versatilidad y resistencia. Puede ser utilizado para almacenar agua, pintura, combustible y otros líquidos, adaptándose a diferentes necesidades de almacenamiento.

Diferentes tamaños y capacidades:

Disponible en una variedad de tamaños y capacidades, el balde metálico se adapta a las necesidades específicas de cada usuario, permitiendo elegir el tamaño más adecuado para el tipo de líquido o material que se desea almacenar.

En resumen, el balde metálico es una herramienta versátil y resistente, ampliamente utilizada en diversos sectores debido a su durabilidad, resistencia a la corrosión y capacidad de almacenamiento, convirtiéndolo en una opción confiable para el transporte y almacenamiento de líquidos y materiales diversos.

Tipos de balde metálico

En el mercado chileno, se pueden encontrar diferentes tipos de baldes metálicos, cada uno con características específicas para distintos usos. Entre los más comunes se encuentran los baldes de acero galvanizado, que son resistentes a la corrosión y son ideales para trabajos en exteriores o en ambientes húmedos. Estos baldes suelen tener una capacidad de carga considerable y son duraderos en el tiempo.

Otro tipo de balde metálico común en Chile es el balde de acero inoxidable, que se caracteriza por ser altamente resistente a la corrosión y a las altas temperaturas. Estos baldes son ideales para aplicaciones en la industria alimentaria, química o farmacéutica, donde se requiere un alto nivel de higiene y limpieza. Además, los baldes de acero inoxidable son fáciles de limpiar y mantener, lo que los convierte en una opción popular para usos que requieren altos estándares de calidad.