El cal agrícola es una herramienta fundamental para los agricultores chilenos, gracias a su diseño compacto y resistente que facilita su uso en condiciones climáticas adversas. Con una pantalla digital para lecturas precisas y una batería recargable de larga duración, este equipo ofrece resultados confiables en la medición de conductividad eléctrica y sales solubles en el suelo. En el mercado agrícola chileno, se encuentran diferentes tipos de cal agrícola, como la dolomítica, calcítica y hidratada, cada una con ventajas específicas para mejorar la productividad de los cultivos. ¡Descubre más sobre este indispensable aliado para la agricultura en Chile!

Características generales

El cal agrícola cuenta con un diseño compacto y portátil que facilita su transporte y uso en el campo. Es resistente a condiciones climáticas adversas, lo que lo hace ideal para su uso en entornos agrícolas. Además, posee una pantalla digital que permite una lectura precisa de los datos y una batería recargable de larga duración que garantiza su funcionamiento continuo.

Especificaciones técnicas

El cal agrícola tiene un rango de medición de conductividad eléctrica que va desde 0.1 a 5 dS/m y un rango de medición de sales solubles que abarca desde 0 a 5000 ppm. Con una precisión de medición de ± 2%, este equipo ofrece resultados confiables. Puede operar en temperaturas que van desde 0 a 50°C y sus dimensiones son de 20 x 10 x 5 cm, con un peso de 500 gramos.

Estas características y especificaciones técnicas convierten al cal agrícola en una herramienta indispensable para los agricultores chilenos, permitiéndoles gestionar de manera eficiente sus cultivos y suelos para obtener los mejores resultados en sus cosechas.

Tipos de Cal Agrícola

En el mercado agrícola chileno, se pueden encontrar diferentes tipos de cal agrícola, cada uno con características específicas para satisfacer las necesidades de los cultivos. Entre los tipos más comunes se encuentran la cal agrícola dolomítica, la cal agrícola calcítica y la cal agrícola hidratada. La cal agrícola dolomítica se caracteriza por tener un alto contenido de magnesio, lo que la hace ideal para suelos con deficiencia de este nutriente. Por otro lado, la cal agrícola calcítica es rica en calcio y es ampliamente utilizada para corregir la acidez del suelo. Por último, la cal agrícola hidratada es un producto más soluble que las anteriores, lo que facilita su aplicación y absorción por parte de las plantas.

Cada tipo de cal agrícola tiene sus propias ventajas y usos específicos en la agricultura. La elección del tipo de cal agrícola dependerá de las necesidades del suelo y de los cultivos que se estén cultivando. Es importante realizar un análisis de suelo previo para determinar cuál es el tipo de cal agrícola más adecuado en cada caso, con el fin de optimizar la productividad de los cultivos y mejorar la salud del suelo a largo plazo.