Las cremas para várices están diseñadas para mejorar la circulación sanguínea, reducir la hinchazón y proporcionar una sensación de alivio y frescura en las piernas, especialmente después de largos períodos de actividad o inmovilidad.

Gracias a la incorporación de ingredientes naturales con propiedades antiinflamatorias, vasoprotectoras y calmantes, las cremas para várices no solo actúan a nivel sintomático, sino que también ayudan a mejorar la apariencia estética de las zonas afectadas. Su uso regular puede contribuir a prevenir el avance de estas condiciones y mejorar la calidad de vida de quienes las padecen.

Características generales de una crema para varices 

Propósito terapéutico

El objetivo principal de las cremas para varices es brindar alivio local a los síntomas provocados por trastornos circulatorios en las extremidades inferiores. Estas cremas están indicadas en casos de insuficiencia venosa leve, fatiga en las piernas, edema (hinchazón leve) y presencia de telangiectasias (arañas vasculares).

Al favorecer la microcirculación y reforzar la pared capilar, contribuyen a disminuir la sensación de pesadez y cansancio, atenuar el dolor o ardor en las piernas, reducir la aparición de nuevas venas dilatadas y mejorar la apariencia de la piel afectada.

En muchos casos, se utilizan como complemento de medidas posturales, medias de compresión y tratamientos médicos, y son especialmente útiles de incorporar en rutinas de autocuidado.

Composición e ingredientes activos de una crema para varices

Las cremas para varices combinan activos botánicos con propiedades venotónicas, antiinflamatorias y calmantes. Algunos ingredientes comunes son:

• Castaño de Indias: Rico en escina, mejora el tono venoso y reduce la permeabilidad capilar, aliviando la hinchazón y el dolor.
• Hamamelis: Contiene taninos con efecto astringente, que fortalecen los vasos sanguíneos y calman la piel irritada.
• Caléndula: Antiinflamatoria y cicatrizante, ideal para pieles sensibles o con tendencia a la irritación.
• Mentol y alcanfor: Proporcionan un efecto refrescante inmediato, que alivia la sensación de calor y mejora la circulación superficial.
• Aceites vegetales: Como el aceite de almendras dulces o jojoba, que hidratan, nutren y mejoran la elasticidad de la piel.

Estas formulaciones suelen ser libres de parabenos y perfumes artificiales, lo que las hace aptas para pieles sensibles.

Textura  de una crema para varices

La textura de una crema para varices es fundamental para su eficacia y comodidad de uso. Suelen presentarse en forma de geles o emulsiones ligeras, que permiten una rápida absorción sin dejar residuos grasos. Esto favorece su uso diario, incluso en climas húmedos o calurosos.

Formatos y presentaciones

Estas cremas suelen venir en envases de 100 a 200 ml, con tapa rosca o dispensador, lo que facilita su aplicación. Suelen tener una textura ligera, no grasa, que se absorbe rápido sin dejar residuos en la piel.

Metodo de aplicacion 

Para obtener buenos resultados, se recomienda aplicar la crema dos veces al día, por la mañana y por la noche. Se debe masajear suavemente sobre las piernas, siempre en dirección ascendente, para favorecer la circulación.

El masaje también cumple una función importante, ya que ayuda a estimular el retorno venoso y mejora la absorción del producto.

Compatibilidad de una crema para varices

Una de las ventajas de las cremas para várices es su alta compatibilidad con distintos tipos de piel y rutinas de cuidado. La mayoría de las fórmulas están pensadas para ser utilizadas a diario, incluso por personas con piel sensible o con condiciones dermatológicas leves, ya que evitan el uso de parabenos, colorantes artificiales y fragancias sintéticas.

En ciertos casos, se ofrecen versiones aptas para embarazadas, especialmente formuladas para evitar activos que puedan estar contraindicados en esta etapa. 

Beneficios adicionales 

Además de aliviar la pesadez, la hinchazón y el malestar en las piernas, muchas cremas para várices ofrecen beneficios extra que mejoran la experiencia de uso y el estado general de la piel. Entre los más destacados se encuentran:

• Hidratación profunda: gracias a la presencia de aceites vegetales y emolientes naturales, ayudan a mantener la piel suave y nutrida y con mejor elasticidad.
• Sensación de frescura: ingredientes como mentol y el alcanfor generan un efecto refrescante. 
• Mejora estética: es posible observar una disminución en la visibilidad de las arañitas vasculares y una mejor textura y coloración de la piel.
• Prevención del empeoramiento: aunque no eliminan las várices ya formadas, su acción favorece la microcirculación y puede ayudar a evitar que el cuadro avance.

Fragancia de una crema para varices

La fragancia en una crema para várices cumple un rol importante, aunque no siempre es el protagonista. En general, se busca que el aroma sea suave y agradable, sin resultar invasivo ni interferir con otros productos que se apliquen posteriormente.

Muchas fórmulas prescinden de perfumes artificiales, lo cual es ideal para personas con piel sensible o alergias, y utilizan en cambio fragancias naturales provenientes de aceites esenciales o extractos botánicos. Por ejemplo, algunas combinan notas herbales, florales suaves o mentoladas, que refuerzan la sensación de frescura tras la aplicación.

En líneas generales, el aroma tiende a desaparecer poco después de la aplicación, dejando una sensación limpia y confortable, sin residuos pegajosos ni saturación de perfume.

Tipos de crema para varices

Crema a base de castaño de indias

La crema para varices a base de castaño de indias es conocida por sus propiedades antiinflamatorias y venotónicas. Este tipo de crema ayuda a mejorar la circulación sanguínea y reducir la hinchazón en las piernas, aliviando así el dolor y la sensación de pesadez que suelen acompañar a las varices.

El castaño de indias contiene escina, un compuesto que fortalece las paredes de las venas y disminuye la permeabilidad capilar, contribuyendo a reducir la apariencia de las varices.

Crema con extractos de hamamelis

Las cremas que contienen extractos de hamamelis son populares por sus efectos astringentes y calmantes. Esta planta es rica en taninos, que ayudan a tonificar las venas y reducir la inflamación. 

La aplicación regular de una crema con hamamelis puede disminuir la visibilidad de las varices y proporcionar alivio del dolor y la irritación. Además, el hamamelis tiene propiedades antioxidantes que contribuyen a proteger la piel y mejorar su apariencia general.

Crema con mentol y alcanfor

Este tipo de crema es ideal para quienes buscan un efecto refrescante inmediato. El mentol y el alcanfor proporcionan una sensación de frescura que alivia el dolor y la tensión en las piernas. 

Además, estos ingredientes mejoran la circulación sanguínea en la superficie de la piel, lo que puede ser beneficioso para reducir la hinchazón y la congestión venosa. Las cremas con mentol y alcanfor son una opción popular para el uso diario, especialmente después de largos períodos de pie o actividad física intensa.

Modelos destacados

Veins Cream de Kanyehb

Su formulación combina activos naturales con propiedades venotónicas, antiinflamatorias y calmantes, lo que la convierte en una opción efectiva para reducir la hinchazón, aliviar la sensación de pesadez y mejorar la apariencia de las arañas vasculares. Se presenta en un práctico envase de 20 gramos, ideal para uso diario y fácil de transportar.

Entre sus ingredientes principales se encuentran el extracto de castaño de Indias, que fortalece las paredes venosas y ayuda a reducir el edema; Ginkgo biloba, con efectos antioxidantes que favorecen la circulación; y hamamelis, un astringente natural que alivia la inflamación y calma la piel. 

También contiene urea, que hidrata y mejora la elasticidad cutánea, junto con aceites vegetales como el de semilla de girasol y de maíz, que nutren y suavizan la piel. Finalmente, el mentol y el menthyl lactate aportan una agradable sensación de frescura que alivia el cansancio en las piernas tras una jornada larga.

Crema Varikosette

Esta crema combina ingredientes naturales conocidos por sus propiedades venotónicas, antiinflamatorias y calmantes. Su textura ligera y de rápida absorción permite su uso diario sin dejar sensación grasa en la piel.

Entre los componentes activos se encuentran la troxerutina, que mejora la microcirculación y ayuda a reducir las arañas vasculares; el extracto de castaño de Indias, que fortalece las paredes venosas y alivia la sensación de pesadez; el ginkgo biloba, que mejora la elasticidad de los vasos sanguíneos; y el hamamelis, que actúa como astringente natural y calma la piel irritada. 

Además, contiene urea y aceites naturales como el de semillas de girasol y maíz, que hidratan y nutren la piel, dejándola suave y elástica.