El cubrecalzado desechable es un producto fundamental en entornos donde la higiene y la prevención de la contaminación son prioritarias. Fabricado con polietileno azul, este cubrecalzado ofrece protección para los zapatos gracias a su diseño impermeable y elástico ajustable. Con especificaciones técnicas como un grosor de 2.5 micrones, dimensiones de 40 cm de altura y 15 cm de ancho, y un peso ligero de 2 gramos por unidad, garantiza una barrera efectiva y cómoda. En el mercado chileno, se encuentran dos tipos principales: las fundas de plástico de un solo uso y los cubrezapatos de tela no tejida, cada uno con sus propias ventajas según el entorno de uso. ¡Descubre más sobre este producto esencial para mantener la limpieza y evitar la contaminación!

Características del Cubrecalzado Desechable

El cubrecalzado desechable es un producto fabricado con polietileno de color azul, diseñado para proteger los zapatos en entornos donde se requiere mantener la higiene y prevenir la contaminación cruzada. Cuenta con un elástico en la parte superior que proporciona un ajuste seguro, siendo impermeable y de un solo uso. Viene en talla única y se presenta en paquetes de 100 unidades para mayor comodidad.

Especificaciones Técnicas

- **Grosor:** Con un espesor de 2.5 micrones, este cubrecalzado ofrece una barrera protectora efectiva. - **Altura y Ancho:** Con dimensiones de 40 cm de altura y 15 cm de ancho, se adapta a la mayoría de los tamaños de calzado. - **Peso por Unidad:** Cada cubrecalzado pesa tan solo 2 gramos, siendo ligero y cómodo de usar. - **Resistencia al Desgarro:** Fabricado para resistir desgarros y roturas, garantizando una protección duradera. - **Usos Recomendados:** Adecuado para su uso en hospitales, laboratorios, industrias alimentarias y otros entornos donde se requiera mantener la limpieza y evitar la contaminación.

Es importante tener en cuenta que las características y especificaciones mencionadas pueden variar dependiendo del fabricante y proveedor del producto.

Tipos de cubrecalzado desechable

En el mercado chileno, es común encontrar dos tipos principales de cubrecalzado desechable: las fundas de plástico y los cubrezapatos de tela no tejida. Las fundas de plástico suelen ser de un solo uso y se ajustan sobre los zapatos para protegerlos de la suciedad y la humedad. Por otro lado, los cubrezapatos de tela no tejida son más resistentes y pueden ser utilizados varias veces, ofreciendo una mayor durabilidad.

Las fundas de plástico son ideales para situaciones donde se requiere una protección temporal y económica, como en consultorios médicos o en la industria alimentaria. Por otro lado, los cubrezapatos de tela no tejida son más adecuados para entornos donde se necesita una protección más duradera y una mayor resistencia al desgarro, como en hospitales o laboratorios. Ambos tipos de cubrecalzado desechable cumplen con el objetivo de mantener la higiene y proteger los espacios de posibles contaminaciones.