Las tarjetas RFID son dispositivos fundamentales en sistemas de control de acceso, sistemas de pago sin contacto, seguimiento de inventario y otras aplicaciones donde se requiere una identificación segura y eficiente. Fabricadas en PVC, resistente y duradero, estas tarjetas operan a 13.56 MHz, con una distancia de lectura de 2 a 10 cm y capacidades de almacenamiento de 1 KB a 8 KB. Con velocidades de transmisión de datos de 106 kbps a 424 kbps y una vida útil de 100,000 ciclos, son altamente duraderas. Cumplen con protocolos ISO 14443A/B e ISO 15693, garantizando su compatibilidad con una amplia gama de lectores y sistemas RFID. Además, existen diferentes tipos de tarjetas RFID, como las pasivas y activas, de baja y alta frecuencia, e incluso con tecnología NFC para comunicación inalámbrica a corta distancia.

Características y especificaciones de las tarjetas RFID

Material:

Las tarjetas RFID están fabricadas en PVC, un material resistente y duradero que garantiza la protección de los componentes internos.

Frecuencia de operación:

Operan a una frecuencia de 13.56 MHz, lo que permite una comunicación eficiente y estable con los lectores RFID.

Distancia de lectura:

La distancia de lectura de las tarjetas RFID varía entre 2 y 10 centímetros, lo que facilita su uso en diferentes aplicaciones y entornos.

Capacidad de almacenamiento:

Con capacidades que van desde 1 KB hasta 8 KB, estas tarjetas pueden almacenar una cantidad significativa de datos para su uso en diversos sistemas.

Velocidad de transmisión de datos:

La velocidad de transmisión de datos de las tarjetas RFID oscila entre 106 kbps y 424 kbps, lo que garantiza una transferencia rápida y eficiente de la información.

Vida útil:

Con una vida útil de 100,000 ciclos de escritura/lectura, estas tarjetas son altamente duraderas y pueden soportar un uso intensivo a lo largo del tiempo.

Dimensiones:

Las tarjetas RFID tienen unas dimensiones estándar de 85.6 x 54 x 0.76 mm, lo que las hace compatibles con la mayoría de los dispositivos y sistemas que las utilizan.

Temperatura de operación:

Pueden operar en un rango de temperatura que va desde -20°C hasta 85°C, lo que las hace aptas para entornos con condiciones variables.

Protocolo de comunicación:

Cumplen con los protocolos de comunicación ISO 14443A/B e ISO 15693, lo que garantiza su compatibilidad con una amplia gama de lectores y sistemas RFID.

Estas tarjetas RFID son fundamentales en sistemas de control de acceso, sistemas de pago sin contacto, seguimiento de inventario y otras aplicaciones donde se requiere una identificación segura y eficiente.

Tipos de tarjetas RFID

En el mercado existen diferentes tipos de tarjetas RFID, cada una con características específicas que las hacen adecuadas para distintos usos. Las tarjetas RFID pasivas son las más comunes y económicas, ya que no requieren batería y se activan con la energía del lector. Por otro lado, las tarjetas RFID activas cuentan con una batería interna que les permite tener un mayor alcance de lectura y capacidad de almacenamiento de datos.

Las tarjetas RFID de baja frecuencia suelen tener un alcance de lectura más corto, pero son menos susceptibles a interferencias. En cambio, las tarjetas de alta frecuencia tienen un alcance mayor y son ideales para aplicaciones que requieren una lectura rápida de múltiples tarjetas al mismo tiempo. Además, existen tarjetas RFID con tecnología NFC, que permiten la comunicación inalámbrica a corta distancia y son ampliamente utilizadas en dispositivos móviles para realizar pagos o transferir información.