El tarugo clavo es un elemento fundamental en la construcción y carpintería, diseñado para fijar elementos de madera en diversas superficies. Fabricado en acero galvanizado, ofrece resistencia a la corrosión y durabilidad en ambientes adversos. Con variedad de tamaños y especificaciones técnicas, este producto versátil se adapta a diferentes necesidades de fijación. En Chile, se encuentran disponibles tarugos de plástico y metálicos, cada uno con sus propias ventajas según el material y la carga a soportar. Es importante seleccionar el tipo adecuado y seguir las recomendaciones del fabricante para una instalación segura y efectiva.

Características del Tarugo Clavo

Material de fabricación

El tarugo clavo está fabricado en acero galvanizado, lo que le otorga una mayor resistencia a la corrosión. Esto asegura que el producto mantenga su integridad estructural incluso en ambientes húmedos o expuestos a agentes corrosivos.

Diseño versátil

Este producto está diseñado específicamente para fijar elementos de madera en diferentes superficies, como concreto, ladrillo u otras. Su diseño versátil permite su uso en una amplia variedad de aplicaciones en la construcción y carpintería.

Variedad de tamaños

El tarugo clavo se encuentra disponible en diferentes tamaños y diámetros, lo que permite adaptarse a distintas necesidades y requerimientos específicos de cada proyecto. Desde 1 hasta 6 pulgadas de longitud y desde 3 hasta 8 mm de diámetro, ofreciendo opciones para diferentes tipos de trabajos.

Especificaciones Técnicas del Tarugo Clavo

Longitud y diámetro

La longitud del tarugo clavo varía desde 1 hasta 6 pulgadas, mientras que su diámetro va desde 3 hasta 8 mm. Estas medidas permiten una amplia gama de posibilidades de fijación, adaptándose a diferentes grosores de materiales y necesidades de sujeción.

Acabado galvanizado

El tarugo clavo cuenta con un acabado galvanizado que le proporciona una capa protectora adicional, aumentando su resistencia a la corrosión y prolongando su vida útil. Esto es especialmente importante en entornos donde la exposición a la humedad o agentes corrosivos es frecuente.

Resistencia y durabilidad

Con una resistencia a la tracción de 500-800 N/mm², el tarugo clavo garantiza una sujeción firme y duradera en diversas aplicaciones. Además, su resistencia a la corrosión ha sido probada con éxito en 500 horas en cámara de niebla salina, demostrando su capacidad para mantenerse intacto en condiciones adversas.

Aplicaciones versátiles

Gracias a sus características técnicas y diseño, el tarugo clavo es ideal para la fijación de elementos de madera en concreto, ladrillo u otras superficies. Su versatilidad lo convierte en un elemento esencial en trabajos de construcción y carpintería, asegurando un resultado sólido y confiable en cada aplicación.

Tipos de tarugos clavo

En el mercado chileno, los tarugos clavo suelen clasificarse en dos tipos principales: los tarugos de plástico y los tarugos metálicos. Los tarugos de plástico son ideales para su uso en materiales más blandos como madera o cartón yeso, ya que ofrecen una buena resistencia a la corrosión y son fáciles de instalar. Por otro lado, los tarugos metálicos son más robustos y se utilizan en materiales más duros como concreto o ladrillo, proporcionando una mayor capacidad de carga y resistencia a la tracción.

Los tarugos clavo vienen en diferentes tamaños y capacidades de carga, por lo que es importante elegir el tipo adecuado según el material en el que se vayan a instalar y la carga que deberán soportar. Además, algunos tarugos clavo cuentan con características especiales como aletas para evitar que giren al ser instalados, o rosca en la parte exterior para facilitar su inserción en el material. Es fundamental seguir las recomendaciones del fabricante para una instalación segura y efectiva de los tarugos clavo.